Según las últimas estimaciones del Instituto de Política Migratoria (MPI) de los Estados Unidos un promedio de 915 personas perderá a diario la protección que le brinda el programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) entre marzo de 2018 y marzo de 2020. Esto significa que los “dreamers”, como se les conoce a los beneficiarios, quedarán expuestos a la deportación.
En su reporte el MPI no solo se concentró en calcular las pérdidas diarias del programa, sino que señaló algunos datos relacionados al nivel educativo y la fuerza laboral de estos inmigrantes, quienes llegaron al país cuando solo eran unos niños. Entre ellos destaca que 44% de los beneficiarios de DACA completaron la educación secundaria, pero no están inscritos en la universidad; mientras que 20% estudia en la escuela secundaria.
En lo que respecta al ámbito laboral 382.000 de los casi 690.000 titulares de DACA en la actualidad tienen un empleo, lo que representa 0.25% de todos los trabajadores de Estados Unidos. Sin embargo, la mayoría de los dreamers que no están trabajando están inscritos en la escuela.
Otro dato interesante es que la mayoría de los dreamers que tienen un empleo ocupan cargos de asistencia administrativa, mientras que el resto se desempeñan en empleos de hotelería, construcción, educación, salud, servicios profesionales, comercio minorista y servicios sociales.
¿A todas estas qué quiere decir el MPI al publicar estas cifras? La respuesta a esta incógnita la asoma Randy Capps, director de investigación de programas estadounidenses en MPI, al resaltar que los beneficiarios de DACA son una población “medianamente calificada” que está distribuida en distintas áreas de la economía del país.
Si bien el MPI es una institución independiente, su análisis ha dejado ver que los inscritos en DACA pueden dar un aporte a la nación. No es en vano entonces que el programa tenga sus defensores, como el caso de la presidenta de la Universidad de California, Janet Napolitano, quien presentó una demanda en la corte federal en contra de la decisión del presidente Donald Trump de eliminar el plan.
“Por definición y práctica, los receptores de DACA fueron traídos a los Estados Unidos cuando eran niños. No conocen otro país que no sea el que compartimos. Pagan impuestos, contribuyen con nuestra economía -casi el 55% de ellos han comprado automóviles, el 12% poseen casas y el 6% han puesto en marcha negocios que crean empleos para los ciudadanos de los Estados Unidos-. Además, buscan servir en nuestro ejército y mejorar mediante la educación. En todos los sentidos excepto uno, son estadounidenses”, expresó.
Napolitano fue una de las precursoras de DACA cuando era secretaria de Seguridad Nacional en la gestión del ex presidente Barack Obama, pero asegura que esta no es la razón que la ha llevado a defenderlo, sino el daño que su eliminación provocará en los beneficiarios que pertenecen al campus universitario y en el resto de jóvenes estudiantes que están protegidos por DACA.
“Como presidente de UC, he visto las contribuciones excepcionales que los dreamers hacen a la nación; ellos representan lo mejor de nuestro país. Todos los beneficiarios de DACA han pasado por un riguroso proceso que verifica que son miembros productivos de nuestras comunidades y tienen buenos antecedentes”, puntualizó en una carta pública.
Así como la presidenta de la Universidad de California, al menos 20 congresistas republicanos se han mostrado a favor de la permanencia de DACA o de una solución legal alternativa para los dreamers. Entre ellos se encuentran Ileana Ros-Lehtinen (Florida), Jeff Denham (California), Dan Newhouse (Estado de Washington), Joe Barton (Texas), Susan Brooks (Indiana), Leonard Lance (Nueva Jersey) y otros más.
“Lo que queremos avanzar es el concepto de legalizar el estatus de los soñadores”, declaró a la prensa Ileana Ros-Lehtinen, miembro de la Cámara de Representantes por el distrito 27 del estado de Florida.
Incertidumbre
El presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Paul Ryan, ha dicho que tratará de que el Congreso llegue a un consenso sobre el destino de los dreamers a través de la promulgación de una ley especial. Hasta ahora hay cuatro proyectos de ley, pero ninguna decisión definitiva sobre el destino de DACA.
Recordemos que el presidente Trump eliminó DACA el pasado 5 de septiembre dando una prórroga de seis meses al Congreso para decidir al respecto. El plazo vence el 5 de marzo de 2018, fecha a partir de la cual los dreamers no podrán renovar sus permisos de trabajo y podrán ser deportados del país.
Los jóvenes saben que el tiempo apremia por eso se han hecho sentir a través de diferentes manifestaciones pacíficas, una de las más recientes realizada en Washington en las afueras del Capitolio que dejó como resultado 15 detenidos acusados de obstaculizar el paso. Se estima que esta “agonía” se extienda hasta enero o febrero del 2018, cuando el Congreso dé su última palabra.
Fuentes consultadas: