Este lugar especial de Santa Bárbara brinda a sus huéspedes una experiencia más allá de ofrecer un lugar para descansar.
¿Has pensado en combinar tu experiencia laboral con alguna idea de emprendimiento? En Hispanos Emprendedores te contamos la experiencia de Carmen Castro que apostó a esta fórmula para la creación del Refugio Ancestral El Castillo.
Luego de 15 años como trabajadora social y en el negocio inmobiliario Carmen sintió la necesidad de cambiar de rumbo. Con 57 años a cuestas, hijos buscando su propia vida y su viudez consiguió un lugar lleno de magia que le permite obtener ingresos.
Cuenta que al decidir iniciar su vida sola constantemente se instalaba en su casa de campo, “este lugar me atrapó. Tenía que volver era un sufrimiento, siento que es el lugar donde tengo que estar”.
Pero un día un conocido supo que tenía esta propiedad y le pidió que se la alquilara para vacacionar con su familia que tenía dos hijos con esclerosis múltiple y la casona de 160 años les proporcionaba la comodidad necesaria para movilizarse con sus sillas de rueda.
Luego otras personas le solicitaron lo mismo, “algunos años la arrendé en periodos de vacaciones, pero como me gusta compartir dije cómo no voy a compartir un lugar que a mí me hace tan feliz para que otros puedan tener esta paz y esta tranquilidad que siento, vivo y agradezco a la vida y al universo. Eso fue hace unos tres años atrás”.
El éxito del refugio ha sido paulatino y cada vez hay más interés de las personas por visitarla porque Carmen toma en cuenta las necesidades de los huéspedes y les da el plus de poder realizar actividades complementarias.
“Mi venida al campo desde la capital hacia el campo fue mi punto de inflexión en la vida, cumplí como mamá en cuanto a la formación de los hijos y tenía que buscar un nuevo camino para mí, que me hiciera feliz, que se diera con todo lo que yo soy. Por lo tanto me vine al campo, en este espacio; un lugar que yo podría además rentabilizar de una manera amorosa y generosa, abriendo las puertas de mi casa”, y optó por profesionalizar este giro de su vida.
Valor agregado
La conexión espiritual y el amor de Carmen por los seres humanos la llevaron a formalizar su sueño de hacer del refugio un lugar de encuentro, “una veta espiritual donde invito a la gente y les propongo un lugar de tranquilidad, armonía y de reconexión consigo mismo”.
Ofrece alojamiento con desayuno, pero además los visitantes pueden llevar sus propios alimentos y prepararlos en el refugio dándoles la oportunidad de hacer turismo con precios accesibles.
Su formación como trabajadora social, terapias complementarias, en programación neurolingüística, Gestald y manejo técnicas de liberación energética de reiki le da la oportunidad de brindar herramientas espirituales y de meditación a los huéspedes, lo que diferencia al refugio de los demás.
“Les propongo estas terapias si las quieren tomar, esa es mi vocación, entonces aquí hago una mezcla. No estoy ofreciendo un hotel 5 estrellas, sino un paraíso natural con todas las estrellas del cielo. Hacer que tu momento de vacaciones sea inolvidable, esa es mi propuesta”.
Actividades
El Refugio Ancestral El Castillo se encuentra en la precordillera de la octava región, en la comuna de Santa Bárbara, entre Villucura y San Lorenzo, región que cuenta con muchos atractivos tanto naturales como históricos.
“Acá tienen cosas maravillosas, aparte de lo lindo y energético, este lugar históricamente fue muy relevante. Aquí se peleó la independencia de Chile, a menos de un kilómetro de distancia de mi casa está el fuerte Príncipe Carlos que fue mandado a construir precisamente por el príncipe Carlos porque este sector era un paso hacia Argentina. Ellos crearon estratégicamente este fuerte”, nos contó Carmen.
Por el refugio pasa el río Duqueco y aparte hay dos cementerios, que son atractivos turísticos de la zona.
“El turismo que yo quiero ofrecer es siempre enfocado hacia la reconexión consigo mismo, a que la gente venga a respirar aire puro, sentir esta paz, con estar lo vas a sentir. Lo anexo que ofrezco es que les enseño a meditar a la gente que no sabe, les propongo que hagamos meditaciones grupales, les enseño respiración consciente, cosas que ellos puedan cuando se vayan de aquí con ciertas herramientas con las que no contaban antes. Es sembrar un poquito felicidad para otros”.
Carmen destaca que tiene un servicio personalizado porque ella vive en el refugio y personalmente lleva a los turistas a que interactúen con el mundo campesino, que la acompañen a la huerta o a recoger a los animales en las tardes. Pueden usar la cocina y si no se les ofrecen recetas tradicionales chilenas.
Puede albergar hasta ocho personas, es un servicio enfocado a grupos familiares y de amigos, “que sea muy íntimo”, sobre todo en esta época de pandemia.
“No usamos mascarillas, no ha habido ningún caso de Covid-19. Las casas son muy distantes unas de otras. Y esperamos que la gente que venga sea responsable, estamos implementando ciertos protocolos como la mascarilla en el check in, les tomamos la temperatura, les echamos gel en las manos y nebulizando con amonio cuaternario para desinfectar”.
Emprendimiento en turismo
Carmen confiesa que emprender en el sector turismo la ha llevado a disfrutar de un mundo lindo y apasionante porque le gusta interrelacionarse con la gente.
El mayor desafío que se le ha presentado es no saber manejar el marketing digital para promocionar su negocio, además le ha exigido una preparación constante porque el turismo tiene muchos códigos.
“Los emprendedores en turismo de Santa Bárbara son gente muy sencilla y noble, que valora el amor por la tierra y el espíritu de hermandad. El desafío es aprender cada día”. Admite que su principal temor fue el miedo a emprender, “a no dar el servicio que piensas que el otro quiere”.
Abrirse a las alianzas
Además piensa que los emprendedores deben estar abiertos a hacer alianzas para potenciar el negocio. “Con la pandemia la gente se ha reinventado, hay mucho más emprendimientos y servicios. Invito a todos los emprendedores a que pierdan el miedo, que se atrevan porque de verdad el universo apoya y todo fluye. Es atreverse solamente”.
Carmen decidió emprender en turismo porque es afín a su forma de ver la vida como trabajadora social, le gusta ayudar a otros, lo que hace con las terapias complementarias.
“Creo que las dos cosas se dan perfecto, entonces esa fue mi manera de dar un servicio compartiendo lo que tengo en mis manos. Sentí que era lo que yo podía aportar al mundo, el turismo es la nueva minería, hoy día la gente busca el retiro, alejarse, más aún con la pandemia”.
Contactos
Facebook: Refugio Ancestral El Castillo
Instagram: @refugioelcastillo
Whatsapp: +56 9 3386 0782