Viene de una tierra cambiante, temblorosa y muy fértil, es trepadora por naturaleza y se enrosca donde quiera que pasa, una vez fortalecidos sus pámpanos, surgen sus frutos, estos parecieran terciopelo púrpura, jugosos y llenos de vida, parecieran racimos simples de la vid, la diferencia es que dentro de ellos se guardan más de 100 años de historia, son las uvas de Viña San Roke representantes de calidad del vino chileno.
Desiree Ramos
Es normal al momento de querer escuchar una buena historia de emprendimiento, imaginarnos una película, un libro, un millonario o una abuelita narrando vivencias fantásticas, de esas que hacen que nuestra mente vuele. Pero también hay objetos, incluso alimentos que nos trasladan con su historia, y ese es el caso del vino chileno de Viña SanRoke, un vino que cuenta una historia que se abrió campo en el mundo del emprendimiento de la mano de Cristian Andrés Rozas, quien forma parte de la tercera generación de la Viña familiar ubicada en la Comuna de San Rosendo, este abogado de 27 años nos describe cómo ha sido abordar un mercado tan competitivo como el del vino en Chile, y donde todo comenzó temblando.
Actualmente están realizando venta por Delivery con combos preparados y pueden ver esa información más amplia en su cuenta Instagram @vinosanroke
Antes y después del terremoto
“Hay un cambio del cielo a la tierra, Viña SanRoke tiene alrededor de 100 años de existencia, que es bastante tiempo ligados al vino chileno, pero hasta antes del terremoto se producían los vinos a granel, es decir no se vendían envasados, sino al mayor” explica Cristian; en los años 80 debido a los bajos precios de la uva y los vinos, se produjo la necesidad de envasar los vinos en garrafas (envases de vidrio de 5 litros) y así se mantuvo hasta el 2005 de manera estable, sin embargo, empezaron a empeorar los precios y los costos de producción aumentaron, había mucha competencia en el mercado, así que practicamente no se podía competir.
Rozas comenta que “algo que nos ha destacado toda la vida es que siempre hemos vendido vino, siempre ha sido jugo de uva, mientras la competencia era muy desleal con sus vinos intervenidos con agua, tintas, etc, que hacían que bajará el costo aumentando sus cantidades, nosotros no podíamos vender a esos precios, la empresa empezó a decaer y por primera vez empezamos a plantear la idea de embotellar los vinos, luego vino el terremoto del 2010 en Chile, que nos cambió a nosotros y a la vitivinicultura (Arte o técnica de cultivar la vid y elaborar el vino) de San Rosendo que es nuestra comuna y al vino chileno en general”.
Con el terremoto se afectó toda la infraestructura de la Viña, perdieron bodegas, y todo lo que estaba en su interior, se plantearon dos posibilidades determinantes para su familia: vender el campo y dedicarse a otra cosa o reinventarse y embotellar el vino, para sacar un mejor precio, optaron por la segunda, todos dijeron: “¡embotellemos!”
El descubrimiento
Nunca habían hecho un vino para botella, así que pidieron ayuda de los profesionales, contactaron un Enólogo que los asesorara, Juan Ledezma, y con certeza Cristian menciona la fecha “llegó el 23 de Octubre del año 2011, fue una fecha que cambió para siempre nuestra historia, y como parte de su rutina comenzó a recorrer las viñas, y empezó a identificar las variedades de parra que teníamos”, nunca los había visitado un especialista para investigar las variedades de uva que tenían en la región, tal vez por lo apartada que está San Rosendo de las ciudades de Concepción y Los Ángeles.
La viña tenía la variedad país y moscatel de alejandría, pero había una tercera variedad que desconocían, le decían burdeo por su color, pero el enólogo se dió cuenta que esa uva era Malbec, Cristian cuenta “pero las plantaciones de Malbec que existen en Chile son relativamente nuevas, uvas que vinieron de Argentina probablemente, al enólogo le llamó la atención es que primero existiera un Malbec en el Sur de Chile, y la antigüedad de las parras, el nos consultó ¿qué cantidad de años tenían las parras? y de acuerdo a nuestros registros la familia tenía más de 100 años, entonces las parras tenían más de 100 años también, porque nosotros no las plantamos, ya estaban allí, después se les hizo un estudio y a través de historiadores se llegó a la referencia de que este Malbec tiene más de 160 años”.
La familia Rozas nunca había probado ese vino, el acontecimiento fue bastante nuevo para ellos, y por la gran cantidad de años, y la poca cantidad de viña (no más de 4 hectáreas de esta parra antigua en todo San Rosendo) el enólogo les dijo inmediatamente que tenían “una mina de oro”, luego de eso, continuaron con su vida cotidiana, porque pensaron que podía ser una “nube de humo”, dudaron, pero al poco tiempo llego un comprador de uva, recomendado por el enólogo que los había asesorado, se llamaba Françoise Massoc, que es de una villa que actualmente se llama Massoc Freres, “nos consultó ¿cuánto vale esa uva?, que cabe destacar, es la más antigua de Malbec en Sudamérica, porque en Argentina hay una uva que llegó en 1860 según datos exactos, entonces mi papá, Jose Luis Rozas, le dió un valor que era bastante alto, el caballero lo encontró caro pero lo pagó, un mil por ciento más caro que la uva común y corriente, pero la compró, el primer año le vendimos la uva.” afirma Rozas.
Reconstrucción del 2012
En el 2011 fue “el descubrimiento” pero el año siguiente fue de “reconstrucción de Viña San Rocke”, construir la bodega, adquirir nuevos barriles y comprar todo lo necesario para volver a producir vino, fueron las primeras asignaciones, motivados por el interés que mostró su primer cliente pensaron que tal vez era cierto lo de la antigüedad de esta cepa, estudiaron más la cepa Malbec, y mientras más la conocían, al mismo tiempo los visitaron otras viñas, como Santa Rita, Santa Carolina, Concha y Toro, entre otras que estaban en busca de la uva, para seguir la larga lucha de hacer el mejor vino chileno.
El sanrosendino explica “obviamente es tan poca la cantidad que hay que no es suficiente para que todos se la lleven, esta oferta y demanda hizo destacar más a San Rosendo, ya no solo por la obra de teatro “La Pérgola de las flores” y la carmela que se conoce de Arica a Punta Arenas, no saben dónde está el pueblo pero saben de la existencia de San Rosendo, y también fue una de las estaciones Ferroviarias importantes de Chile, pero ahora empezó a figurar dentro del mapa como un sector Vitivinicola, antes de que se separará con Ñuble no existía otra variedad más de Malbec.”
Premios que marcan
Un Malbec requiere dos años de guarda minimo, asi que su primera producción apareció en el 2015, son 5 años haciendo vino embotellado, a pesar del corto tiempo han tenido muchos logros, más allá de los premios por el vino en sí, a Viña San Roke les reconforta la calidad de la materia prima que tienen, es reconocida, no solo por ser antigua o escasa sino por los premios que ha ganado la uva en sí misma. Dando una buena cara del vino chileno.
Rozas explica “nosotros vendemos parte de esa uva, porque aún no tenemos la capacidad de compra para vender todas las uvas que tenemos, y alrededor de tres viñas han hecho Malbec de la misma uva. Con Françoise massoc salió 70 entre los mejores vinos del mundo, que participa internacionalmente; otra viña salió como mejor Malbec de Chile en el 2018; otro sacó 95 puntos de 100 con un crítico internacional de Vinos conocido a nivel mundial; y nosotros también obtuvimos 92 puntos con nuestro Malbec, en la Guía Descorchados del diario Mercurio, lista importante de los vinos en Chile, allí podemos ver 4 formas distintas de hacer el vino, y cada uno ha sido reconocido a nivel mundial y Nacional, allí te puedes dar cuenta que es ‘La Uva’, ella por sí sola tiene una calidad excepcional, independiente del proceso”.
Consejo
El emprendedor de Viña SanRoke, aconseja nunca rendirse, si creen en algo hay que seguir adelante aunque los demás piensen que no es algo productivo y sin futuro, lo más importante es creer que puede tener éxito. Tener visión de lo que quieren las personas, no lo que quieras tu o un profesional, “porque con el vino pasa algo, un sumiller o miles de críticos pueden estar según alguna tendencia de cierto vino, que esté de moda, a lo mejor para ellos son los mejores vinos, pero tal vez no es el gusto de la población, si piensas hacer un vino para ellos, no le va a gustar a la gente, es preferible un producto que no le guste al 1% pero sí al 99%”.
Para el abogado una pieza fundamental para comercializar el vino chileno está en el marketing, hoy en dia es mucho más fácil de lo que era antiguamente con las redes sociales, “tomen esa herramienta” al ir creciendo y ampliando el alcance, alguien comentará “lo vi en alguna parte”, en el caso de Viña San Roke tuvieron el beneficio de esa cepa que ha llamado mucha prensa y televisión, “pero si la persona no tiene esa misma historia que contar, a lo mejor la familia tiene algo que contar o la viña, siempre habrá algo qué contar, el vino tiene que contar una historia”, resalta Cristian.
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